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EL “SEPULTURERO” DE LA REFORMA DEL TRANSPORTE

LA HISTORIA DE LA VENGANZA, LA MENTIRA Y LA PREPOTENCIA

Es necesario crear y promulgar una ley que asegure que los proyectos elaborados y las obras públicas ejecutadas por las gestiones de los gobiernos antecesores sean continuados por los que ingresen

LUIS ALBERTO MEDINA

Publicado: 2015-03-15


¿Somos masoquistas los peruanos? ¿De verdad nos merecemos a los gobernantes que elegimos? ¿Por qué una autoridad puede mentir impunemente y actuar según sus caprichos personales sin que le pase nada y con la complicidad y el silencio de los medios de comunicación más influyentes? “No habrá venganza”, prometió Luis Castañeda Lossio cuando inició su tercera gestión. Hoy sabemos que mintió, evidentemente. Cada uno de sus actos evidencia su prepotencia y hasta su desprecio por las reales y verdaderas necesidades de los ciudadanos. Tal pareciera que nunca perdonó que Susana Villarán invirtiese los primeros meses de su gestión en investigarlo y sacar a la luz las jugosas y millonarias sumas de dinero que desapareció con Comunicore.

Al postular por tercera vez a la alcaldía, ¿qué obras de infraestructura propuso para Lima?, ninguna; ¿qué dijo de la Reforma del Transporte?, nada; ahora dice que no va, que es una estafa. Hoy, ya como alcalde, ¿qué obras significativas en materia de infraestructura, seguridad, cultura y urbanidad ha anunciado en estos casi tres meses de gestión?, ninguna; sin embargo, está al frente del Municipio, ganó las elecciones sin hablar, mudo, sin proponer nada, sin explicar nada; sin un proyecto significativo para Lima. Si tuviésemos que evaluar e interpretar sus actos, ¿cuál es el balance de su gestión y cuáles serán las consecuencias en el presente y futuro? He aquí un “brochazo”.

LA POLÍTICA DEL MAL PERDEDOR: MIENTE, MIENTE, QUE “ALGUITO” QUEDA

Primero, hablemos de las "obras" del alcalde en estos setenta y cuatro días (ya casi tres meses). Vamos a repasar y refrescar nuestras mentes, acaso incrédulas todavía. El primer día no fue a trabajar; el segundo, despidió -sin evaluaciones previas, sin respetar los contratos vigentes- a más de 3 000 personas; el tercero, se escondió de los trabajadores, no le explicó nada a nadie, cuando es potestad y obligación de una autoridad pública rendirle cuentas al pueblo de cada uno de sus actos y decisiones; al cuarto día, cerró el parque de las Aguas; al quinto, cerró la Gerencia de la Mujer, la Gerencia de Cultura y las oficinas de programas sociales como Barrio Mío; luego declaró a la Municipalidad en QUIEBRA -una forma de decir: “Ojo, no voy a hacer obras durante estos primeros meses y años porque no tengo ningún plan y tampoco tengo ninguna puta idea de qué debo hacer para mejorar y solucionar los problemas de Lima, de modo que no me exijan: no hay plata".

Luego, se supo que estaba despilfarrando cientos de miles de soles -para comprar pintura amarilla, uniforme amarillo; ha gastado miles de soles en papel e impresión de propaganda mentirosa de supuestas obras que le pertenecen a otras entidades (Nuevas Rutas de Lima, por ejemplo)-, empezó a pintarlo todo de amarillo -parques, puentes, escaleras, MURALES ARTÍSTICOS-, le ha puesto el logo de su partido a todo eso que pinta, ha cambiado de logo a todo aquello que fue gestionado por la burgomaestre que le precedió, ha inscrito su nombre en todo aquello que "hace" con la plata de todos los contribuyentes que somos los ciudadanos, como si ponerle nombre a una obra pública fuese absolutamente importante y meritorio. Este tipo de actos se llaman egolatría, individualismo, estupidez, viveza, criollada, pendejada… Todo esto después de haberle mentido a la ciudadanía de una supuesta BANCARROTA de la Municipalidad.

Rosa María Palacios denunció, hace unas semanas, lo siguiente: “Peaje, carretera Panamericana Sur, hoy. Miles de volantes son repartidos a los automovilistas con el siguiente mensaje: “Al Público Usuario. Debo informarles que la vía no se encuentra en óptimas condiciones como quisiéramos y su mantenimiento causaría molestias en temporada de verano. Por eso motivo, solo colocaremos señalización diurna (líneas guioneadas) y nocturnas (tachas) para su seguridad. El próximo año tendremos una vía en perfecto estado” (aquí la fuente: http://www.exitosadiario.pe/rpalacios/honestidad). La periodista señala que el volante está firmado por “Lucho Alcalde” (bien grande) y lleva el logo de la MML y el del alcalde “construyendo”. También señala la periodista que lo curioso es que al reverso se lee “Con honestidad y trabajo, Lima prospera”. Obviamente, es una MENTIRA. Porque el tramo de la Panamericana sur, desde el puente Javier Prado, está siendo modernizada, reordenada, trabajada por Nuevas Rutas de Lima, concesión a una entidad privada: allí la MML no puede poner ni un sol ni mover ni un dedo.

Una semana después de haber denunciado aquello, Rosa María vuelve a denunciar lo siguiente:

El hombre no escarmienta. La semana pasada fue en viernes y esta vez en domingo. El alcalde de Lima usa el peaje para repartir papelitos inocuos hablando de “su obra” en una vía concesiona­da. ¿No hay un alma samaritana que le explique al alcalde qué cosa es una concesión? En otros tiempos “Lucho Alcalde” usó el peaje para colocar sus cartelones inmensos y para pintar todo de amarillo. Ahora los emplea­dos tienen chalecos de Odebrecht y gorros rojos con el logotipo creado para “Rutas de Lima”.

 Las finanzas de la MML tienen proble­mas de entrada. Como lo denuncia el regidor de oposición Augusto Rey, ¿se puede gastar 2 millones de soles en Coffee Breaks? ¿Son adictos los solidarios a la cafeína? ¿330,000 soles en galletas, golosinas y gaseosas? ¿3 millones en uniformes nuevos cuan­do el 2014 se gastó ya en ese rubro 1.8 millones y como dice Augusto Rey ahora hay menos gente. ¿770,000 soles en pintura (¿amarilla?) y lo más grave, la cereza del queque que explica estos volantes: ¡4.3 millones de soles en impresiones! En compa­ración, la gestión de Villarán gastó 310,000 soles en ese rubro el primer año, lo que puede explicar su caída en la popularidad, mientras que se sostenía la austeridad del régimen. (ROSA MARÍA PALACIOS, 24 de febrero: http://www.exitosadiario.pe/rpalacios/otra-vez-lucho-alcalde)

Tal como lo señala la periodista “Vías Nuevas de Lima (VNL) es la operadora de la carretera Paname­ricana Norte, Sur y Ramiro Prialé (y su ampliación hasta el puente Los Ángeles), 117 kilómetros por los próximos 30 años a cambio de 35% de los peajes (Castañeda entregó el 65% a Línea Amarilla hoy Vía Par­que Rímac). VNL es una concesión otorgada a la empresa constructora (PRIVADA) Odebrecht y está sujeta a un contrato y a un plan de obras que no dependen más de la voluntad de “Lucho Alcalde”. Si al alcalde no le gustan las condiciones de la vía –yo no tengo queja alguna y pasé hoy por ahí– que utilice los mecanismos contractuales y legales para que el Concejo decida si es necesario revi­sar el contrato. No él solito”, luego añade:

¿“Solo colocaremos”, dice el volante? ¿Quién colocará? ¿La MML? ¿Por disposición de quién si la vía está en concesión? ¿Se está haciendo doble gasto acaso? La verdad es que la MML no está colocando nada. La única que puede operar –y está operando– en la vía es la concesionaria. Y ella, por cierto, no existe en el volante.

LA REFORMA DEL TRANSPORTE: UN SUEÑO EFÍMERO QUE SE VA ESFUMANDO

Lo grave (hasta ahora) viene aquí: la REFORMA DEL TRANSPORTE. El señor Castañeda postuló a la Municipalidad sin propuestas, sin decir nada sobre qué políticas públicas iba a ejecutar para solucionar los problemas más graves que afectan a la ciudad (el problema mayor: el transporte, el caos vehicular, la ley de la selva en todas las avenidas, pistas y arenales). Excepto que propuso un absurdo MONORRIEL que no va, porque la “ruta que trazó” al dedo no tenía ningún sustento técnico y era inviable porque iba en contra del proyecto del gobierno central que va a construir la línea seis del Metro de Lima (exactamente, la misma ruta). ¿Qué pasó después? Volteó la página, no volvió a hablar del monorriel (le mintió al pueblo una vez más). Luego, cuando le pillaron y no había nada más que hablar del monorriel, dijo: “La reforma no va; para solucionar el problema del transporte, vamos a construir un metropolitano en la Panamericana sur; que va desde Hábich hasta el puente Javier Prado”

¿En serio, eso es todo? Vamos, ya los expertos en materia de infraestructura, transportes y urbanidad han dicho que es inviable, no va. Además, ya se están ejecutando obras: Vía Parque Rímac y Nuevas Rutas de Lima… proyectos perfectamente planificados, integrados, con estudios técnicos sólidos y unánimemente aceptados. No obras aisladas, inconexas y que no solucionan nada… El señor Castañeda no entiende que las obras de cemento –si bien son importantes como parte de la infraestructura- no solucionan nada por sí mismos. En ocho años de gestión y tres meses, no ha hecho ABSOLUTAMENTE nada para solucionar el problema del transporte.

Como siempre, Carlín es muy preciso y agudo.

La REFORMA DEL TRANSPORTE es una necesidad URGENTE. Todos los ciudadanos necesitamos un transporte ordenado, moderno, eficiente y ecológico. Todos debiéramos exigirle al alcalde y a las autoridades del gobierno central –el presidente, el ministro de transportes y comunicaciones, etc.– debieran coordinar y ejecutar proyectos conjuntos con único objetivo de llevar a cabo exitosamente la Reforma del Transporte. Además, sería mucho mejor si existiese una Autoridad Autónoma que se encargue de planificar, fiscalizar y ejecutar proyectos que solucionen el problema del transporte en Lima. ¿Qué tenemos hasta ahora? Por un lado, está el Gobierno Central y su Metro de Lima, que se ha convertido en un Proyecto de Estado y que consiste en construir seis líneas de tren que integrarán Lima y mejorarán el transporte parcialmente (30 años después de haberse pensado la Línea Uno, trazado al dedo, desde un helicóptero –ridículo, ¿verdad?– por el entonces impetuoso Alan García Pérez); por otro lado, está el Gobierno Municipal (bueno, estaba con la REFORMA) de Lima Metropolitana y –como si fuese ajena a la realidad de los problemas del transporte de Lima– está el Gobierno Constitucional de Callao y sus respectivas municipalidades. Como ya se dijo, ¿no sería mejor que una sola autoridad autónoma se encargue del asunto del transporte?

LA POLÍTICA DEL MAL PERDEDOR Y LOS COSTOS DE LA CORRUPCIÓN Y EL CAUDILLISMO

Los costos de la corrupción y de la política del partidarismo, del individualismo y caudillismo son multimillonarios; y son incalculables en materia de perjuicio en contra de los ciudadanos. El señor Castañeda ha dicho a la ciudadanía: “Reforma del transporte es una gran mentira y una estafa”. ¿Quién está mintiendo a quién?, ¿quién es aquí el gran estafador? Como ya se ha dicho, líneas arriba, el alcalde nos viene mintiendo desde que empezó a ocupar el sillón municipal. La reforma del transporte, no es ninguna estafa, como ya se ha dicho es una necesidad y todos estamos en el derecho y la obligación de exigirle que la ejecute. La señora Villarán ha implementado esta reforma que está pensado para ejecutarse progresivamente en 15 AÑOS, no en dos o tres, ni mucho menos en un par de meses. En su lugar, ¿qué hizo el alcalde actual? Ha presentado una ordenanza sin ningún tipo de sustento técnico, sin debate ni estudios previos y el Concejo Metropolitano aprobó por mayoría esta ordenanza de “urgencia” que renueva las autorizaciones de 399 rutas de transporte público urbano que vencían el 28 de febrero.

En pocas palabras, ha dejado en “veremos” la implementación de la reforma y ha premiado a las empresas cascarones que trabajan dentro de lo que se conoce como el sistema comisionista-afiliador. ¿Qué significa todo ello? Tres años más de correteo en las pistas; tres años más de informalidad, accidentes, muertes, prepotencia, violencia y sangre. Ha premiado a empresas como Orión y el Chosicano (por citar a dos de los más letales) que basan su riqueza en explotados choferes y cobradores que trabajan sin planilla ni beneficios sociales, los mismos que deben pagar por las rutas que alquilan y provocan miles de accidentes todos los días, con consecuencias que cobran vidas y que generan pérdidas de miles de soles a las familias, especialmente a las más humiles. Tan solo en dos meses, ha habido decenas de accidentes con consecuencias graves, recuérdese el último caudado por dos Chosicanos que correteaban para quitarse pasajeros y que al chocar provocaron la muerte de un ciudadano que estaba en el paradero y dejaron con lesiones y gravemente heridos a por lo menos 81 persona. 

EL último chosicano  que asesinó a un ciudadano

Así informó Diario 16: "Lo indignante fue que ambos ‘Chosicanos’ suman 11, 668,16 soles en deudas por infracciones de tránsito. La unidad de placa A6X-743 tiene una deuda de S/. 10.898,16 por 8 papeletas y no cuenta con Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) vigente, y la cúster, de placa B7Y-768, 770 soles. Asimismo, uno de los choferes identificado como Alberto Gagó Rosas de 27 años, carece de licencia de conducir. ¡Ignominiosa irresponsabilidad!

¿HASTA CUÁNDO VAMOS A ACEPTAR INDIFERENTES LA LEY DE LA SELVA?

¿El colmo, no?... ¿Hasta cuándo vamos a seguir aceptando estos atropellos de cada uno de los gobiernos que al asumir el poder lo primero que hacen es deshacer lo que hizo el antecesor? ¿Hasta cuándo vamos a vivir en medio de la ley de la selva y aceptarla como si no se tratase de nuestras vidas, de nuestras necesidades y de nuestros problemas?

No puede ser que el alcalde se eche abajo una Reforma, con el único argumento de que no cuenta con infraestructura adecuada (¿acaso no ha sido elegido para hacer que funciones y para dotarle de infraestructura, ya que su antecesora no pudo lograrlo en poco tiempo?) y con el único objeto de beneficiar a sus socios del transporte caótico como el Chosicano y Orión que promovieron y auspiciaron la revocatoria, a quienes les premió al perdonarles miles de miles de multas impuestas para corregir conductas peligrosas en las avenidas; además de concederles todas las rutas de los corredores complementarios y algunos corredores troncales, aniquilando de esta manera tan ruin y burda un plan de reformar el transporte urbano en Lima.

Por donde se le mire, el señor Castañeda nos está mintiendo. Allí están las denuncias, sus actos y declaraciones lo evidencian. Todos seremos los responsables y pagaremos las consecuencias que serán millonarias en términos económicos y serán incalculables en materia de progreso, desarrollo, orden y dignidad. Merecemos viajar de manera rápida, ordenada y eficiente. Nuestra dignidad como seres humanos y ciudadanos está en juego.

Es necesario crear y promulgar una ley que asegure que los proyectos elaborados y las obras públicas ejecutadas por las gestiones de los gobiernos antecesores sean continuados por los que ingresen. Debe crearse un mandato constitucional para asegurar que la autoridad que ingrese –sin importar la bandera política a la que pertenezca quien deja el cargo ni quien lo asuma– respete lo ejecutado y planificado por el anterior; este debe estar obligado a implementar, mejorar y continuar las obras ejecutadas y planificadas por el predecesor. De este modo acabaríamos con los problemas de siempre, con la política que siempre ha caracterizado a cada uno de los gobiernos de nuestra historia republicana: “borro todo lo que se hizo antes, porque no sirve; a mí no me parece que va”, y así sucesivamente. Ya es hora de generar cambios, ya basta de cortoplacismos, basta de políticas partidaristas y basta de caudillismo. Nuestro destino y nuestro derecho de caminar hacia el progreso y el desarrollo deben ser inconmensurablemente más grandes que los intereses personales de los políticos que ingresan a gobernar.

¿Y QUÉ DICEN LAS AUTORIDADES?

¿Qué dicen los Congresistas sobre la Reforma del Transporte? Nada, están más preocupados en dormir sus siestas, hacer sus bromas sobre los bikinis, fomentar su homofobia y en apoyar a sus líderes tan oscuros como el mismo cielo de Lima. ¿Y qué dice el Ministerio de Transportes y Comunicaciones? Nada… ¿Y la Presidencia de la República? Nada. Los ciudadanos estamos solos. Sería bueno pensar en recolectar firmas y enviar sendos documentos a cada una de estas instituciones para que velen por los intereses de los ciudadanos y no por los suyos propios. Digo, ¿no?

¿Cómo será recordado por la historia el señor Castañeda? ¿Como el político mudo, inescrupuloso, corrupto, prepotente, que gobernó Lima tres veces y que ganó las elecciones sin proponer nada y por ser -como lo dijo la señora Rosa María Palacios- el sepulturero de la reforma del transporte?   

Luis Alberto Medina

San Juan de Miraflores, 15 de marzo de 2015


Escrito por

Luis Alberto Medina

Fundador y director de la revista literaria El Azar Inmóvil, investigador, fotógrafo aficionado, bloger y docente.


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